Novelas
SINOPSIS: LA NOCHE DEL FIN DE LOS TIEMPOS (¡¡COMPRA YA EN AMAZON!!)
Hamlet, Príncipe de la Emociones y Julieta, Mujer más Bella de la Humanidad, protagonizan esta peculiar novela gótica. En un entorno futurista y escenificada en UNA SOLA NOCHE, lo medieval y la alta tecnología se fusionan. La acción se desarrolla en tiempo real en «otra» Europa: exótica, vertiginosa e impredecible.
Tres de las historias de amor más universales se entrelazarán. Prisioneros de sus propios destinos, los amantes tendrán que resolver sus vidas en pocas horas, en las que el azar dirigirá el rumbo de los acontecimientos. Una noche, la última, la del Fin de los Tiempos, culminará en la apoteósica encrucijada final: todos los hilos confluirán para sellar a sangre y fuego lo escrito por sus protagonistas .
El arriesgado texto dispone de una estructura en forma de puzle concebida para acariciar la inteligencia del lector, así como múltiples innovaciones técnicas. Temas: Naturaleza última de las emociones, los límites del libre albedrío, del amor y del miedo, así como la influencia de la tecnología avanzada en la condición humana. Género: ¿Novela negra?, ¿gótica?, ¿thriller científico?, ¿ciencia ficción? Que lo decida el propio lector. Fortalezas: Su originalidad, ritmo e intriga, así como la robustez de los personajes.
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SINOPSIS: HYPATIA Y LA ETERNIDAD
WEBS OFICIALES: http://www.hypatiaylaeternidad.com
SINOPSIS DE HYPATIA Y LA ETERNIDAD
Sinopsis Breve:
¿Cómo sería hoy el mundo si no se hubiera
quemado la Biblioteca de Alejandría?
Hypatia, antes de ser brutalmente asesinada debe salvar la Gran Biblioteca. Después,vencerá a lo único irreversible, a la muerte. Transformada en un ser eterno, emprende un fabuloso viaje a través del espacio/tiempo penetrando en los personajes más influyentes de otra Historia alternativa: emperadores, conquistadores o genios como Leonardo o Einstein. Suspense, aventura y realidades paralelas conforman esta epopeya histórico-futurista.
Sinopsis Ampliada:
¿Cómo sería el mundo actual si no se hubiera quemado la Biblioteca de Alejandría? ¿Habríamos llegado hoy en día a las estrellas?
¿Y si entonces se pudiera explicar de forma científica el concepto de Dios?
Siglo V: Hypatia de Alejandría, última directora de la Biblioteca, sabe que antes de ser brutalmente asesinada debe salvar sus volúmenes mediante la revelación del Gran Secreto. Después,vencerá a lo único que parece irreversible: la muerte. Ella se formula las preguntas… ¿qué se esconde tras morir? Nuestra mente, inteligencia, recuerdos…, ¿precisan la materia para cabalgar sobre ella? ¿Existe un Ente Superior que vela para que, al fallecer, no seamos del todo solubles en el universo? Al morir, ella se convierte en un ser eterno capaz de adentrarse en las mentes de los personajes más influyentes de la Historia: emperadores, eruditos, religiosos, conquistadores, inventores, artistas o genios. Hypatia y la eternidades un fabuloso viaje a través del tiempo y del espacio. Nos llevará a surcar los cinco continentes, a lo largo de diecisiete siglos de otra Historia alternativa. Intriga, suspense, aventura, fantasía y realidades paralelas conforman las páginas de esta extraordinaria novela épica.
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SINOPSIS: LA INVENCIBLE SONRISA DE LEONARDO
Apocalipsis humano. Una avanzada civilización detecta nuestra
autodestrucción futura, a cinco siglos vista.
Tirando del hilo hacia atrás en el tiempo, localiza a su responsable: el genial artista y científico Leonardo da Vinci.Dicha civilización envía al cinquecento florentino a un ‘viajero’, que se mimetiza con los contemporáneos del genio. Su misión: disuadirle de que éste conciba nuestro debacle o evitar de algún modo que finalmente se produzca;¡¡alguno de sus cercanos no es quién dice ser!!, sino una entidad de opaca naturaleza. El texto trata de forma novelada y fidedigna las vicisitudes de Leonardo da Vinci a la hora de retratar a Lisa Gherardini, La Gioconda, tiempo durante el cual y en paralelo proyecta una ingeniosa arma que nos destruirá a todos en el futuro.
Se trata de un maravilloso viaje al fondo de su mente; el retrato psicológico del complejo artista se va dibujando ante el lector gracias al relato de sus acciones y omisiones, de sus palabras y silencios pero, sobre todo, gracias a su obra. Aparentemente nos hallamos ante una rigurosa novela histórica ubicada cronológicamente entre 1503 y los albores de 1507; algunos de sus compañeros de “reparto” son Miguel Ángel, Rafael, Botichelli, los Borgia y los Medici, Maquiavelo, Copérnico o el papa Julio II. El texto es minuciosamente biográfico, incluso Leonardo emplea sus fórmulas expresivas auténticas para comunicarse. Pero la novela es algo más…
El ente que viaja para impedir que Leonardo da Vinci genere el Apocalipsis humano dispone de una poderosa herramienta para culminar su misión: Puede proyectar una parte de su ser hacia el futuro y conocer así otras perspectivas privilegiadas, como la de Sigmund Freud u Oscar Wilde, entre otros, acerca del Uomo y su creación. Su identidad permanece oculta, camuflada entre uno de sus cercanos, hasta el final de la novela. ¿Conseguirá el lector descubrirle?
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Lourdes,
Gracias por tu extensa, brillante, completa y precisa reseña de mi novela. Como editarla (y por lo tanto recortarla) para quedarme con un sólo párrafo que figure en las opiniones de los lectores en la página oficial de ‘Hypatia y la eternidad” (http://www.hypatiaylaeternidad.com/criticas.html) me va a doler voy a reproducir aquí el texto completo. La única salvedad es que advertiré aquí y ahora a los potenciales lectores de mi novela que lo lean DESPUÉS de abordar ‘Hypatia y la eternidad’, pues es tan completa que creo que podría avanzarles aspectos cruciales de la trama y restarles disfrute al minimizar el efecto sorpresa.
Me quedo con muchas cosas pero por concretar algunas…
En relación a tu mención a que “las féminas cobran relevancia” decirte que tuve especial cuidado en equilibrar la injusta balanza histórica cargando más peso en el ‘platillo ying’. Es más que obvio que no habéis tenido las mismas oportunidades. Sin embargo no creo que sea un libro feminista en la acepción más devaluada del término. Se da la paradoja que cuando se defiende un ideal más que lícito, vital, pero se hace con radicalismo salvaje el resultado es contraproducente.
Por otro lado, a pesar de mi ciclopea labor de investigación y documentación durante muchos años para escribir la novela desconocía la cita relativista de Einstein y las mujeres bellas (quizás la leí, se me olvidó pero quedó en mi subconsciente), así que me encanta que cuadre con el fragmento que mencionas de mi narración.
Agradecerte también que abordaras (nada más comenzar) el concepto de Dios, y el de otras inteligencias no terrestres (al final) pues la novela es tan densa y tan poliédrica que, curiosamente, casi nadie ha referenciado dichos temas hablando de otros muy diversos. Y reconozco que lo echaba de menos, así como hincarle el diente al concepto de vida después de la muerte desde el punto de vista científico, no religioso.
Muy buena tu conexión del “objetivo vital” que menciono en los humanos con lo que los hindúes denominan “Dharma”. Buenísima. Por otro lado qué acertada tu frase “Es claro que para avanzar el miedo es el primer enemigo a vencer.” Para avanzar y también para ser feliz, añado yo. Todas las recientes investigaciones científicas apuntan en esa dirección.
Con respecto al amor, que veo que te ha llamado mucho la atención, … a ver cómo lo hago sin destripar demasiado la novela… quise desvincular la base biológica del hecho amoroso, pues también los científicos se esfuerzan (como es su obligación) es desmontar todo el romanticismo reduciendo el amor a un trasiego de sustancias químicas que fluyen en todas direcciones. No seré yo el que discuta esto pero para mí es más que evidente que…es algo más, que tiene un componente que no tiene un sustrato físico.
Bufff, y paro ya que a este paso hago una reseña de tu reseña de mi novela, jajajaja.
Un enorme abrazo y un más grande todavía GRACIAS.
Bueno, allá va:
HYPATIA Y LA ETERNIDAD – POR LOURDES ARJONILLA
“Dios no juega a los dados” (Albert Einstein)
¿Qué es Dios?
Algo que siempre ha sido y siempre será. Es el fluir de la vida. No puede ser destruido y es el constructor de la forma. Esta en todo y en todos, omnisciente, todopoderoso. Puedes percibirlo, pero no verlo. Ante su fuerza, su contacto, se sufre una transformación.
¿Qué es energía?
Algo que siempre ha sido y siempre será. Es el fluir de la vida. No puede ser destruida, solo transformada y es la constructora de la forma. Esta en todo y en todos, omnisciente, todopoderosa. Puedes percibirla pero no verla. Ante su fuerza, su contacto, se sufre una transformación.
Del texto “Hypatia y la Eternidad” se pueden sacar dos ideas principales: la primera, ¿Qué habría sucedido si…la biblioteca de Alejandría hubiera permanecido sin ser destruida? La segunda, ¿Qué o quién es Dios? ¿Cuál es su naturaleza? ¿Puede la ciencia compartir la idea de una inteligencia todopoderosa, generadora de vida, sin entrar en conflicto con la base de la experimentación?
Para empezar quiero reseñar que lo que en estas líneas voy a hablar, es lo que la lectura del libro me transmitió, no me voy a meter en la forma, ni en el rigor histórico; no soy ninguna experta para atreverme a tal osadía, simplemente voy a comentar lo que la obra me hablo. El autor dice que el texto es una “ucronía” algo que podía haber sucedido…y ha jugado con las fechas y hechos históricos a favor de la narración dando saltos de gigante.
Una vez, un conocido me pregunto que porque me gustaba leer, ya que a él no le gustaba y no entendía porque me resultaba tan atrayente; y otro, me pregunto que si me creía lo que contaban las novelas históricas. Al primero le dije que cuando empezaba a leer un libro, yo desaparecía, me introducía en la historia y como un espectador silente, vivía en primera persona a la par que los personajes, los sucesos de la ficción, me emocionaba, sufría o reía… me tele transportaba del sillón a un mundo desconocido hasta que finalizaba la lectura, y por eso, -le dije- ¡me gusta leer!
En el segundo caso, conteste que no, que no me creía todo lo que decía una novela, porque precisamente por eso era una novela, podía estar más o menos bien ambientada, pero no dejaba de ser la ficción de un soñador plasmada en unas hojas para entretenimiento y goce del lector. Creo sinceramente, que siempre que se lee una novela histórica, hay que tener en cuenta que es una ficción enmarcada en una situación, en un contexto histórico determinado, pero una ficción después de todo, no es un libro de historia ni creo que lo deba sustituir. Es un juego de la imaginación en la mente y las manos de una persona para crear una fábula más o menos creíble, pero una historia después de todo; que se agradece cuando está bien escrita, se hace amena, ligera y causa pesar cuando se acaba.
Para continuar, me alegra comprobar que en esta “ucronía” la mujer cobra protagonismo, creo que como la mayoría, he oído el dicho (que ahora no recuerdo de quién es) de que “detrás de un gran hombre, hay una gran mujer” en este caso, y a través de diferentes momentos históricos, las féminas cobran relevancia, primero como la voz de la conciencia de sus consortes, luego, como protagonistas activas de su propio destino; y entre época y época, la “musa” por excelencia “Hypatia” enamorarse de ese personaje es sencillo, ella encarna la mente analítica que va a su vez creciendo, desenvolviéndose, mutando hasta que al final muestra claros signos de haber combinado sabiamente inteligencia y emoción. No se la ve como un personaje plano o egocéntrico, su mente no le resta humanidad. Entiende el presente como una secuencia de sucesos que condicionan el futuro y ella, llega a transformarse en la “musa” y “guardiana” de ese futuro. El autor cuando nos la presenta, habla de lo que pudo ser su esencia, y de entre los muchos matices que la enriquecen, me quedo con el de la “adaptabilidad” ese “…discurso fácil, didáctico y ameno, capaz de diseccionar las más alambicadas teorías y transformarlas en conceptos inteligibles hasta para las mentes más ajustadas” El gran don de un docente (como también lo fue Hypatia) es ser capaz de alcanzar los conceptos abstractos de las alturas y a través del puente que construye, manifestarlos como ideas concretas que puedan ser asimiladas por cualquier oyente.
Me resulta apetecible además de coherente, otra idea que refleja el libro ¿Puede un ser humano entregarse a la búsqueda de lo superior, sin tener cubiertas sus necesidades más mundanas? En mi humilde opinión hay dos cosas claras; por un lado, ahora creemos que necesitamos más de lo que realmente necesitamos (algo que es producto de la sociedad en que vivimos) y por otro y como dice el autor, llegar a la cumbre espiritual será más sencillo si el tema físico está cubierto, ya que si no es de esta manera, el ego reclamará atención, y si la atención está en el mundo externo no puede estar en el espíritu. También estoy de acuerdo (como he dejado entrever al comienzo del escrito) que efectivamente Platón y Jesucristo pueden ser las dos caras de la misma moneda, visiones distintas del mismo fenómeno, la luz estudiada e interpretada desde dos ángulos distintos.
Sobre este tema se han llegado a cometer grandes atrocidades por defender una idea que puede ser errónea, el texto nos habla de ello, empieza con un hecho así. Es lógico pensar que para no cometer los errores del pasado hay que conocerlos… y aun así se han repetido cíclicamente.
Otra idea que me gusta es la de “Objetivo Vital” o lo que los hindúes denominan “Dharma” coincido en que la mayoría de la gente vive, mejor dicho se sobrevive a sí misma, no se plantean grandes cosas excepto la de tener un buena calidad de vida –yo me pregunto ¿Qué es calidad de vida? Posiblemente las respuestas varíen con el sujeto a quien se interrogue sobre el asunto- Y como Hypatia, si que creo que cada persona tiene su lugar y su función en la urdimbre del mundo, por humilde que esta sea. No se trata de hacer grandes cosas, sólo hacer las correctas, es decir, vivir de la manera más exquisita que sepamos y podamos. Ese es nuestro gran reto. El “Código Agrícola” de Justiniano es el hilo de la urdimbre de esta trama, aquello que podría haber enlazado un supuesto pasado y porvenir.
Mientras tanto, el autor va soltando “perlas de sabiduría” a través de las hojas que componen el libro, dejando la palabra a otros literatos para que hablen a través de él. El libro está lleno de citas unidas al contexto, que hacen guiños al lector, introduciendo también sutilmente máximas de sabiduría en su conciencia.
Otro componente que no debe faltar en un buen libro es el “malo” papel que ejerce un ser, una entidad que se traslada con la protagonista a través del tiempo, intentando impedir su labor de “musa protectora” Esa personificación del mal, es algo tan simple como la intolerancia de las mentes mediocres que se resisten al cambio, al desarrollo, a todo lo que es innovador y que rompe las cristalizaciones del pasado, que hace al ser humano enfrentarse a sus miedos y que puede provocar la caída de dogmas, de creencias erróneas; y estas, para auto defenderse, producen tal miedo en algunas personas, que al no ser capaces de enfrentar algo así, eligen entonces la opción más sencilla “destruirlo” Es claro que para avanzar el miedo es el primer enemigo a vencer.
Y de repente “el amor” o mejor dicho “el enamoramiento” son estas dos circunstancias que los seres humanos igualamos cuando no es exactamente así, y siguiendo a otro iniciado (Walt Disney) me permito parafrasearlo y coincidir con él en que “…el amor es algo más que un simple estado de enamoramiento, es una filosofía de vida” pero si Hypatia se tiene que enamorar, que sea de alguien digno de su rango, y su “alma gemela” o mejor dicho como nos cuenta el autor “su reflejo” Aquel que es igual pero diferente y que la complementa ,será el genial Leonardo, y aquí vemos como el personaje crece y se transforma. Espero que la historia de la humanidad no sea la de los amores imposibles, prefiero simplemente la de los amores reales… ya que la perfección en el mundo de la forma es irreal.
Y con el amor llega el replanteamiento de las ideas, el propio peso de la creencia en la existencia de algo superior, puede ser tan real como el empirismo ¿Qué es lo real y lo irreal? Dice un filósofo hindú (J. Krisnhnamurti) en su libro “A los pies del Maestro”: A los que investigan…”De lo irreal, condúceme a lo real”
Es curioso, dicen que todos tenemos un aroma y un sonido, una nota que nos define. El aroma de Hypatia son las violetas ¿Cuál será su llave tonal?
Y casi para finalizar, el broche de oro en la voz de mi preferido “Einstein” y el guiño al físico más brillante de nuestra era me encantó, y unir su trabajo al de “Marie Curie” otra -no insensata- ocurrencia. Realmente todo el libro podría describir la teoría de la relatividad. En su día, el genio dijo que para explicar en palabras de “a centavo” dicha teoría nos imagináramos un minuto encima de una estufa, nos parecería una hora, y una hora con una bella mujer sobre las rodillas (bueno, en mi caso voy a suponer que soy yo la bella mujer) y que eso nos parecería un minuto. Me ha agradado ver como hemos coincidido al interpretar esto mismo con otra situación análoga que se describe con gran cariño en el libro: si tienes un sueño maravilloso, en el que vives grandes circunstancias, creerás que has estado dormido horas o días y al despertar, podrás comprobar que sólo han pasado unos minutos
Existen otras galaxias, otros soles, otros mundos con seres en evolución. Lo lógico sería creer que es así, lo absurdo, pensar que somos los únicos. Que somos fruto del azar, de una conjunción de fenómenos que se dieron por casualidad. Cuando se cree en la existencia de un sol detrás del sol y en otro concepto que por fortuna se menciona “la transmigración de las almas” esas insólitas creencias dan sentido a todo lo demás, explican más allá de la fe ciega porque estamos donde estamos y cuál es nuestro objetivo, creo que es mejor la fe iluminada que se apoya en la comprensión y que no deja nada al azar.
Todas las circunstancias que entran en nuestra vida buenas o malas, tienen su razón de ser; posiblemente el aprender algo que nos va ha hacer más fuertes y grandes. Todas las personas con las que tomamos contacto, que entran en nuestro mundo, están por algo, de alguna manera van a enseñarnos algo que necesitamos aprender o van a acompañarnos en algo que podemos desarrollar o mejorar. Aprender por el conocimiento o por la experiencia, esa es la elección. Lo que al menos, para mí está claro, es que “el azar no existe…Dios no juega a los dados”
Gracias Ramón, por “impulsarme sutilmente” a leer tu libro, ya que me ha dado a su vez, la oportunidad de comentarlo además de disfrutarlo.
Sé que este comentario es un tanto extenso, pero yo también tengo una “musa” que a veces, tiene mucho que decir…
Un cálido saludo desde el norte (concretamente Bilbao)
Lourdes Arjonilla
Lourdes,
Gracias por tu extensa, brillante, completa y precisa reseña de mi novela. Como editarla (y por lo tanto recortarla) para quedarme con un sólo párrafo que figure en las opiniones de los lectores en la página oficial de ‘Hypatia y la eternidad» (http://www.hypatiaylaeternidad.com/criticas.html) me va a doler voy a reproducir aquí el texto completo. La única salvedad es que advertiré aquí y ahora a los potenciales lectores de mi novela que lo lean DESPUÉS de abordar ‘Hypatia y la eternidad’, pues es tan completa que creo que podría avanzarles aspectos cruciales de la trama y restarles disfrute al minimizar el efecto sorpresa.
Me quedo con muchas cosas pero por concretar algunas…
En relación a tu mención a que «las féminas cobran relevancia» decirte que tuve especial cuidado en equilibrar la injusta balanza histórica cargando más peso en el ‘platillo ying’. Es más que obvio que no habéis tenido las mismas oportunidades. Sin embargo no creo que sea un libro feminista en la acepción más devaluada del término. Se da la paradoja que cuando se defiende un ideal más que lícito, vital, pero se hace con radicalismo salvaje el resultado es contraproducente.
Por otro lado, a pesar de mi ciclopea labor de investigación y documentación durante muchos años para escribir la novela desconocía la cita relativista de Einstein y las mujeres bellas (quizás la leí, se me olvidó pero quedó en mi subconsciente), así que me encanta que cuadre con el fragmento que mencionas de mi narración.
Agradecerte también que abordaras (nada más comenzar) el concepto de Dios, y el de otras inteligencias no terrestres (al final) pues la novela es tan densa y tan poliédrica que, curiosamente, casi nadie ha referenciado dichos temas hablando de otros muy diversos. Y reconozco que lo echaba de menos, así como hincarle el diente al concepto de vida después de la muerte desde el punto de vista científico, no religioso.
Muy buena tu conexión del «objetivo vital» que menciono en los humanos con lo que los hindúes denominan “Dharma”. Buenísima. Por otro lado qué acertada tu frase «Es claro que para avanzar el miedo es el primer enemigo a vencer.» Para avanzar y también para ser feliz, añado yo. Todas las recientes investigaciones científicas apuntan en esa dirección.
Con respecto al amor, que veo que te ha llamado mucho la atención, … a ver cómo lo hago sin destripar demasiado la novela… quise desvincular la base biológica del hecho amoroso, pues también los científicos se esfuerzan (como es su obligación) es desmontar todo el romanticismo reduciendo el amor a un trasiego de sustancias químicas que fluyen en todas direcciones. No seré yo el que discuta esto pero para mí es más que evidente que…es algo más, que tiene un componente que no tiene un sustrato físico.
Bufff, y paro ya que a este paso hago una reseña de tu reseña de mi novela, jajajaja.
Un enorme abrazo y un más grande todavía GRACIAS.
Bueno, allá va:
HYPATIA Y LA ETERNIDAD – POR LOURDES ARJONILLA
“Dios no juega a los dados” (Albert Einstein)
¿Qué es Dios?
Algo que siempre ha sido y siempre será. Es el fluir de la vida. No puede ser destruido y es el constructor de la forma. Esta en todo y en todos, omnisciente, todopoderoso. Puedes percibirlo, pero no verlo. Ante su fuerza, su contacto, se sufre una transformación.
¿Qué es energía?
Algo que siempre ha sido y siempre será. Es el fluir de la vida. No puede ser destruida, solo transformada y es la constructora de la forma. Esta en todo y en todos, omnisciente, todopoderosa. Puedes percibirla pero no verla. Ante su fuerza, su contacto, se sufre una transformación.
Del texto “Hypatia y la Eternidad” se pueden sacar dos ideas principales: la primera, ¿Qué habría sucedido si…la biblioteca de Alejandría hubiera permanecido sin ser destruida? La segunda, ¿Qué o quién es Dios? ¿Cuál es su naturaleza? ¿Puede la ciencia compartir la idea de una inteligencia todopoderosa, generadora de vida, sin entrar en conflicto con la base de la experimentación?
Para empezar quiero reseñar que lo que en estas líneas voy a hablar, es lo que la lectura del libro me transmitió, no me voy a meter en la forma, ni en el rigor histórico; no soy ninguna experta para atreverme a tal osadía, simplemente voy a comentar lo que la obra me hablo. El autor dice que el texto es una “ucronía” algo que podía haber sucedido…y ha jugado con las fechas y hechos históricos a favor de la narración dando saltos de gigante.
Una vez, un conocido me pregunto que porque me gustaba leer, ya que a él no le gustaba y no entendía porque me resultaba tan atrayente; y otro, me pregunto que si me creía lo que contaban las novelas históricas. Al primero le dije que cuando empezaba a leer un libro, yo desaparecía, me introducía en la historia y como un espectador silente, vivía en primera persona a la par que los personajes, los sucesos de la ficción, me emocionaba, sufría o reía… me tele transportaba del sillón a un mundo desconocido hasta que finalizaba la lectura, y por eso, -le dije- ¡me gusta leer!
En el segundo caso, conteste que no, que no me creía todo lo que decía una novela, porque precisamente por eso era una novela, podía estar más o menos bien ambientada, pero no dejaba de ser la ficción de un soñador plasmada en unas hojas para entretenimiento y goce del lector. Creo sinceramente, que siempre que se lee una novela histórica, hay que tener en cuenta que es una ficción enmarcada en una situación, en un contexto histórico determinado, pero una ficción después de todo, no es un libro de historia ni creo que lo deba sustituir. Es un juego de la imaginación en la mente y las manos de una persona para crear una fábula más o menos creíble, pero una historia después de todo; que se agradece cuando está bien escrita, se hace amena, ligera y causa pesar cuando se acaba.
Para continuar, me alegra comprobar que en esta “ucronía” la mujer cobra protagonismo, creo que como la mayoría, he oído el dicho (que ahora no recuerdo de quién es) de que “detrás de un gran hombre, hay una gran mujer” en este caso, y a través de diferentes momentos históricos, las féminas cobran relevancia, primero como la voz de la conciencia de sus consortes, luego, como protagonistas activas de su propio destino; y entre época y época, la “musa” por excelencia “Hypatia” enamorarse de ese personaje es sencillo, ella encarna la mente analítica que va a su vez creciendo, desenvolviéndose, mutando hasta que al final muestra claros signos de haber combinado sabiamente inteligencia y emoción. No se la ve como un personaje plano o egocéntrico, su mente no le resta humanidad. Entiende el presente como una secuencia de sucesos que condicionan el futuro y ella, llega a transformarse en la “musa” y “guardiana” de ese futuro. El autor cuando nos la presenta, habla de lo que pudo ser su esencia, y de entre los muchos matices que la enriquecen, me quedo con el de la “adaptabilidad” ese “…discurso fácil, didáctico y ameno, capaz de diseccionar las más alambicadas teorías y transformarlas en conceptos inteligibles hasta para las mentes más ajustadas” El gran don de un docente (como también lo fue Hypatia) es ser capaz de alcanzar los conceptos abstractos de las alturas y a través del puente que construye, manifestarlos como ideas concretas que puedan ser asimiladas por cualquier oyente.
Me resulta apetecible además de coherente, otra idea que refleja el libro ¿Puede un ser humano entregarse a la búsqueda de lo superior, sin tener cubiertas sus necesidades más mundanas? En mi humilde opinión hay dos cosas claras; por un lado, ahora creemos que necesitamos más de lo que realmente necesitamos (algo que es producto de la sociedad en que vivimos) y por otro y como dice el autor, llegar a la cumbre espiritual será más sencillo si el tema físico está cubierto, ya que si no es de esta manera, el ego reclamará atención, y si la atención está en el mundo externo no puede estar en el espíritu. También estoy de acuerdo (como he dejado entrever al comienzo del escrito) que efectivamente Platón y Jesucristo pueden ser las dos caras de la misma moneda, visiones distintas del mismo fenómeno, la luz estudiada e interpretada desde dos ángulos distintos.
Sobre este tema se han llegado a cometer grandes atrocidades por defender una idea que puede ser errónea, el texto nos habla de ello, empieza con un hecho así. Es lógico pensar que para no cometer los errores del pasado hay que conocerlos… y aun así se han repetido cíclicamente.
Otra idea que me gusta es la de “Objetivo Vital” o lo que los hindúes denominan “Dharma” coincido en que la mayoría de la gente vive, mejor dicho se sobrevive a sí misma, no se plantean grandes cosas excepto la de tener un buena calidad de vida –yo me pregunto ¿Qué es calidad de vida? Posiblemente las respuestas varíen con el sujeto a quien se interrogue sobre el asunto- Y como Hypatia, si que creo que cada persona tiene su lugar y su función en la urdimbre del mundo, por humilde que esta sea. No se trata de hacer grandes cosas, sólo hacer las correctas, es decir, vivir de la manera más exquisita que sepamos y podamos. Ese es nuestro gran reto. El “Código Agrícola” de Justiniano es el hilo de la urdimbre de esta trama, aquello que podría haber enlazado un supuesto pasado y porvenir.
Mientras tanto, el autor va soltando “perlas de sabiduría” a través de las hojas que componen el libro, dejando la palabra a otros literatos para que hablen a través de él. El libro está lleno de citas unidas al contexto, que hacen guiños al lector, introduciendo también sutilmente máximas de sabiduría en su conciencia.
Otro componente que no debe faltar en un buen libro es el “malo” papel que ejerce un ser, una entidad que se traslada con la protagonista a través del tiempo, intentando impedir su labor de “musa protectora” Esa personificación del mal, es algo tan simple como la intolerancia de las mentes mediocres que se resisten al cambio, al desarrollo, a todo lo que es innovador y que rompe las cristalizaciones del pasado, que hace al ser humano enfrentarse a sus miedos y que puede provocar la caída de dogmas, de creencias erróneas; y estas, para auto defenderse, producen tal miedo en algunas personas, que al no ser capaces de enfrentar algo así, eligen entonces la opción más sencilla “destruirlo” Es claro que para avanzar el miedo es el primer enemigo a vencer.
Y de repente “el amor” o mejor dicho “el enamoramiento” son estas dos circunstancias que los seres humanos igualamos cuando no es exactamente así, y siguiendo a otro iniciado (Walt Disney) me permito parafrasearlo y coincidir con él en que “…el amor es algo más que un simple estado de enamoramiento, es una filosofía de vida” pero si Hypatia se tiene que enamorar, que sea de alguien digno de su rango, y su “alma gemela” o mejor dicho como nos cuenta el autor “su reflejo” Aquel que es igual pero diferente y que la complementa ,será el genial Leonardo, y aquí vemos como el personaje crece y se transforma. Espero que la historia de la humanidad no sea la de los amores imposibles, prefiero simplemente la de los amores reales… ya que la perfección en el mundo de la forma es irreal.
Y con el amor llega el replanteamiento de las ideas, el propio peso de la creencia en la existencia de algo superior, puede ser tan real como el empirismo ¿Qué es lo real y lo irreal? Dice un filósofo hindú (J. Krisnhnamurti) en su libro “A los pies del Maestro”: A los que investigan…”De lo irreal, condúceme a lo real”
Es curioso, dicen que todos tenemos un aroma y un sonido, una nota que nos define. El aroma de Hypatia son las violetas ¿Cuál será su llave tonal?
Y casi para finalizar, el broche de oro en la voz de mi preferido “Einstein” y el guiño al físico más brillante de nuestra era me encantó, y unir su trabajo al de “Marie Curie” otra -no insensata- ocurrencia. Realmente todo el libro podría describir la teoría de la relatividad. En su día, el genio dijo que para explicar en palabras de “a centavo” dicha teoría nos imagináramos un minuto encima de una estufa, nos parecería una hora, y una hora con una bella mujer sobre las rodillas (bueno, en mi caso voy a suponer que soy yo la bella mujer) y que eso nos parecería un minuto. Me ha agradado ver como hemos coincidido al interpretar esto mismo con otra situación análoga que se describe con gran cariño en el libro: si tienes un sueño maravilloso, en el que vives grandes circunstancias, creerás que has estado dormido horas o días y al despertar, podrás comprobar que sólo han pasado unos minutos
Existen otras galaxias, otros soles, otros mundos con seres en evolución. Lo lógico sería creer que es así, lo absurdo, pensar que somos los únicos. Que somos fruto del azar, de una conjunción de fenómenos que se dieron por casualidad. Cuando se cree en la existencia de un sol detrás del sol y en otro concepto que por fortuna se menciona “la transmigración de las almas” esas insólitas creencias dan sentido a todo lo demás, explican más allá de la fe ciega porque estamos donde estamos y cuál es nuestro objetivo, creo que es mejor la fe iluminada que se apoya en la comprensión y que no deja nada al azar.
Todas las circunstancias que entran en nuestra vida buenas o malas, tienen su razón de ser; posiblemente el aprender algo que nos va ha hacer más fuertes y grandes. Todas las personas con las que tomamos contacto, que entran en nuestro mundo, están por algo, de alguna manera van a enseñarnos algo que necesitamos aprender o van a acompañarnos en algo que podemos desarrollar o mejorar. Aprender por el conocimiento o por la experiencia, esa es la elección. Lo que al menos, para mí está claro, es que “el azar no existe…Dios no juega a los dados”
Gracias Ramón, por “impulsarme sutilmente” a leer tu libro, ya que me ha dado a su vez, la oportunidad de comentarlo además de disfrutarlo.
Sé que este comentario es un tanto extenso, pero yo también tengo una “musa” que a veces, tiene mucho que decir…
Un cálido saludo desde el norte (concretamente Bilbao)
Lourdes Arjonilla
Del texto “Hypatia y la Eternidad” se pueden sacar dos ideas principales: la primera, ¿Qué habría sucedido si…la biblioteca de Alejandría hubiera permanecido sin ser destruida? La segunda, ¿Qué o quién es Dios? ¿Cuál es su naturaleza? ¿Puede la ciencia compartir la idea de una inteligencia todopoderosa, generadora de vida, sin entrar en conflicto con la base de la experimentación? Las dos preguntas se responden al concluir la lectura, y el resúmen en pocas palabras recurriendo a mi querido “Eisntein” podría ser una cita suya “el azar no existe…Dios no juega a los dados”
Una vez, un conocido me pregunto que porque me gustaba leer, ya que a él no le gustaba y no entendía porque me resultaba tan atrayente; y otro, me pregunto que si me creía lo que contaban las novelas históricas. Al primero le dije que cuando empezaba a leer un libro, yo desaparecía, me introducía en la historia y como un espectador silente, vivía en primera persona a la par que los personajes, los sucesos de la ficción, me emocionaba, sufría o reía… me tele transportaba del sillón a un mundo desconocido hasta que finalizaba la lectura, y por eso, -le dije- ¡me gusta leer!
En el segundo caso, conteste que no, que no me creía todo lo que decía una novela, porque precisamente por eso era una novela, podía estar más o menos bien ambientada, pero no dejaba de ser la ficción de un soñador plasmada en unas hojas para entretenimiento y goce del lector. Creo sinceramente, que siempre que se lee una novela histórica, hay que tener en cuenta que es una ficción enmarcada en una situación, en un contexto histórico determinado, pero una ficción después de todo, no es un libro de historia ni creo que lo deba sustituir. Es un juego de la imaginación en la mente y las manos de una persona para crear una fábula más o menos creíble, pero una historia después de todo; que se agradece cuando está bien escrita, se hace amena, ligera y produce pesar cuando se acaba.
Para finalizar, me alegra comprobar que en esta “ucronía” la mujer cobra protagonismo, creo que como la mayoría, he oído el dicho (que ahora no recuerdo de quién es) de que “detrás de un gran hombre, hay una gran mujer” en este caso, y a través de diferentes momentos históricos, las féminas cobran relevancia, primero como la voz de la conciencia de sus consortes, luego, como protagonistas activas de su propio destino; y entre época y época, la “musa” por excelencia “Hypatia” enamorarse de ese personaje es sencillo, ella encarna la mente analítica que va a su vez creciendo, desenvolviéndose, mutando hasta que al final muestra claros signos de haber combinado sabiamente inteligencia y emoción. No se la ve como un personaje plano o egocéntrico, su mente no le resta humanidad. Entiende el presente como una secuencia de sucesos que condicionan el futuro y ella, llega a transformarse en la “musa” y “guardiana” de ese futuro. El autor cuando nos la presenta, habla de lo que pudo ser su esencia, y de entre los muchos matices que la enriquecen, me quedo con el de la “adaptabilidad” ese “…discurso fácil, didáctico y ameno, capaz de diseccionar las más alambicadas teorías y transformarlas en conceptos inteligibles hasta para las mentes más ajustadas”
El gran don de un docente (como también lo fue Hypatia) es ser capaz de alcanzar los conceptos abstractos de las alturas, y a través del puente que construye, manifestarlos como ideas concretas que puedan ser asimiladas por cualquier oyente
Gracias Ramón, por “impulsarme sutilmente” a leer tu libro, ya que me ha dado a su vez, la oportunidad de comentarlo además de disfrutarlo.
Un cálido saludo desde el norte.
Del texto “Hypatia y la Eternidad” se pueden sacar dos ideas principales: la primera, ¿Qué habría sucedido si…la biblioteca de Alejandría hubiera permanecido sin ser destruida? La segunda, ¿Qué o quién es Dios? ¿Cuál es su naturaleza? ¿Puede la ciencia compartir la idea de una inteligencia todopoderosa, generadora de vida, sin entrar en conflicto con la base de la experimentación? Las dos preguntas se responden al concluir la lectura, y el resúmen en pocas palabras recurriendo a mi querido «Eisntein» podría ser una cita suya «el azar no existe…Dios no juega a los dados»
Una vez, un conocido me pregunto que porque me gustaba leer, ya que a él no le gustaba y no entendía porque me resultaba tan atrayente; y otro, me pregunto que si me creía lo que contaban las novelas históricas. Al primero le dije que cuando empezaba a leer un libro, yo desaparecía, me introducía en la historia y como un espectador silente, vivía en primera persona a la par que los personajes, los sucesos de la ficción, me emocionaba, sufría o reía… me tele transportaba del sillón a un mundo desconocido hasta que finalizaba la lectura, y por eso, -le dije- ¡me gusta leer!
En el segundo caso, conteste que no, que no me creía todo lo que decía una novela, porque precisamente por eso era una novela, podía estar más o menos bien ambientada, pero no dejaba de ser la ficción de un soñador plasmada en unas hojas para entretenimiento y goce del lector. Creo sinceramente, que siempre que se lee una novela histórica, hay que tener en cuenta que es una ficción enmarcada en una situación, en un contexto histórico determinado, pero una ficción después de todo, no es un libro de historia ni creo que lo deba sustituir. Es un juego de la imaginación en la mente y las manos de una persona para crear una fábula más o menos creíble, pero una historia después de todo; que se agradece cuando está bien escrita, se hace amena, ligera y produce pesar cuando se acaba.
Para finalizar, me alegra comprobar que en esta “ucronía” la mujer cobra protagonismo, creo que como la mayoría, he oído el dicho (que ahora no recuerdo de quién es) de que “detrás de un gran hombre, hay una gran mujer” en este caso, y a través de diferentes momentos históricos, las féminas cobran relevancia, primero como la voz de la conciencia de sus consortes, luego, como protagonistas activas de su propio destino; y entre época y época, la “musa” por excelencia “Hypatia” enamorarse de ese personaje es sencillo, ella encarna la mente analítica que va a su vez creciendo, desenvolviéndose, mutando hasta que al final muestra claros signos de haber combinado sabiamente inteligencia y emoción. No se la ve como un personaje plano o egocéntrico, su mente no le resta humanidad. Entiende el presente como una secuencia de sucesos que condicionan el futuro y ella, llega a transformarse en la “musa” y “guardiana” de ese futuro. El autor cuando nos la presenta, habla de lo que pudo ser su esencia, y de entre los muchos matices que la enriquecen, me quedo con el de la “adaptabilidad” ese “…discurso fácil, didáctico y ameno, capaz de diseccionar las más alambicadas teorías y transformarlas en conceptos inteligibles hasta para las mentes más ajustadas”
El gran don de un docente (como también lo fue Hypatia) es ser capaz de alcanzar los conceptos abstractos de las alturas, y a través del puente que construye, manifestarlos como ideas concretas que puedan ser asimiladas por cualquier oyente
Gracias Ramón, por “impulsarme sutilmente” a leer tu libro, ya que me ha dado a su vez, la oportunidad de comentarlo además de disfrutarlo.
Un cálido saludo desde el norte.
laabilbao@hotmail.com
Lourdes Arjonilla
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